En ocasiones me encuentro en la consulta con que algunas personas con diabetes que no usan azúcar emplean, sin embargo, miel de forma habitual, aún después de saber su diagnóstico de diabetes. Muchas piensan que al ser un alimento “natural” no tiene trascendencia en el control metabólico. Otros la usan por sus probables beneficios frente a la tos, el catarro u otros problemas de salud.
La miel está compuesta fundamentalmente por dos azucares simples glucosa + fructosa, que es exactamente la composición de la sacarosa o azúcar común (ver entrada del día 3 de Octubre del 2019). En su ruta desde la boca hasta la sangre terminan exactamente de la misma forma. Es cierto que la miel tiene alguna caloría menos que el azúcar (399 frente a 302 cada 100 gramos y eso se debe a la presencia de agua en la miel. La diferencia de tomar una cucharadita de azúcar o de miel es de tan solo 5 calorías. También es cierto que el azúcar no tiene hierro o vitamina B3 que sí están presentes en la miel pero ésta presenta un relativamente alto contenido en sodio que las personas con tensión arterial alta deben evitar.
Otro mito en relación a la miel es que tiene un índice glucémico poco elevado (ver entrada del 23 de octubre de 2019). Dependiendo de tablas el IG de la miel oscila alrededor de 65 mientras que la del azúcar común es de aproximadamente 70. Esto tampoco nos marca una diferencia entre ambos productos.
Yo no digo que la miel sea “mala”, al contrario. La miel es un producto natural, de sabor agradable y que sirve para endulzar. Tampoco pienso que el azúcar sea “malo”.
Lo que sí pienso es que para un adecuado control glucémico se deben evitar la ingesta de todos los azucares simples de rápida absorción, al menos de forma regular.

Estamos hablando de diabetes.
Hay estudios, pocos, referentes a la repercusión sobre los parámetros analíticos de una dieta que incluya de manera habitual la miel. Hay uno del Centro de Investigación de Endocrinología y Metabolismo, Ciencias Médicas de la Universidad de Teherán (Irán) en el que llegan a la siguiente conclusión: “Los resultados de este estudio demuestran que el consumo de miel durante 8 semanas puede proporcionar efectos beneficiosos sobre el peso corporal y los lípidos en sangre de los pacientes diabéticos. Sin embargo, dado que se observó un aumento en los niveles de hemoglobina A (1C), se recomienda el consumo cauteloso de este alimento por parte de pacientes diabéticos.”
A mí me parece que esta conclusión es muy importante. El hecho de que suba la hemoglobina glicosilada quiere decir que se está menos tiempo en cifras adecuadas de control. Y estar menos tiempo en cifras adecuadas de control incrementa la aparición y la velocidad de instauración de las complicaciones de la diabetes. En el día a día,vemos que los personas con diabetes que eliminan de su dieta habitual el azúcar, la miel o los productos que las llevan incluidos, tienen un mejor control metábolico.

Os dejo unas paginas en la red para ampliar información.
http://www.endocrino.cat/es/blog-endocrinologia.cfm/ID/10665/ESP/-de-bueno-y-malo-hay-miel-.htm
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19817641
Y tú ¿Qué opinas? Me encantará saberlo. Escríbelo más abajo o en hablamosdediabetestipo2@gmail.com.
Muchos saludos